- 5 de marzo de 2019
- Posted by: Blanca de Eugenio
- Categories: actualidad, Fiscalidad, Laboral
El controvertido XXV Convenio Colectivo de farmacias, con vigencia temporal referida a los años 2017- 2019, se ha encontrado con dos problemas técnicos que han impedido su publicación en el BOE y que han acabado en los Tribunales:
El primer problema tuvo que ver con la constitución de la mesa negociadora, pues algunos sindicatos ausentes en dicha mesa lo impugnaron. Éste conflicto culminó con una sentencia reciente del Tribunal Supremo estimando que los sindicatos ausentes lo fueron por decisión propia, por lo que no procede su reclamación extemporánea.
El segundo problema que sufrió el Convenio Colectivo de farmacias se refería a si UGT, único sindicato que firmó el convenio, tenía la legitimidad suficiente para firmar un convenio nacional. Éste último procedimiento ha sido instado por la autoridad laboral (Dirección General de Trabajo), a tenor del artículo 163.1 de la ley Reguladora de Jurisdicción Social, al constatar que según sus archivos el sindicato UGT carece de la representación suficiente en el sector de empleados de Farmacia. Para este último procedimiento, se señaló una vista para el día 26 del pasado mes de febrero.
La Audiencia Nacional por fin, con fecha de 4 de Marzo, ha notificado la sentencia en la que ha declarado NULO el XXV Convenio Nacional de empleados de Oficinas de Farmacia por falta de legitimidad plena del sindicato UGT para negociar por si solo un convenio sectorial de ámbito nacional. La argumentación tanto de la abogacía del Estado en representación de la Dirección General de Trabajo, como de la fiscalía es rotunda y deja pocas fisuras para el recurso, así de los 28 representantes unitarios (delegados de personal) se acreditó que 13 pertenecían a UGT, no alcanzando por tanto UGT el 50% requerido para poder negociar por sí solo el Convenio Colectivo de farmacias.
En esta sentencia se está valorando una norma de derecho necesario, como es la legitimidad plena para negociar un convenio, y no vale otra interpretación al respecto.
Si esta última sentencia se recurre al Tribunal Supremo por la Patronal (FEFE) o por UGT, como es muy posible, el convenio quedará de nuevo paralizado y por lo menos se tardará en resolverse al menos otros dos años. Sin duda, lo mejor para el sector de la farmacia sería acatar la sentencia, no recurrirla y sentarse a negociar con todos los sindicatos con legitimidad.
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