Tipos de interés, ahorro y deuda hipotecaria

La renta fija a través de fondos de inversión: Opción segura y flexible.

Debido a lo mucho que ha mejorado la actividad económica a nivel mundial y el inicio de una situación de mayor estabilidad en los niveles de precios esto da lugar antes o después a una relajación en el curso de tipos de interés elevados por parte de los Bancos Centrales tanto de Europa como Estados Unidos.

Podríamos estar ante una oportunidad atractiva para incrementar la asignación a la renta fija. 

En estos momentos, el riesgo de que se produzca una recesión en Estados Unidos parece haber disminuido. Esto viene reflejado en el consumo en el país norteamericano y la solidez de los fundamentales de su sector empresarial. La economía estadounidense se encuentra en fase de ralentización, pero las repercusiones de este fenómeno sobre el crecimiento no parecen tener la magnitud suficiente como para hacer sonar las alarmas de recesión.  Asimismo, observamos una mejora en el plano de la inflación.

Más importante aún es el hecho de que la Reserva Federal está emitiendo señales de que su ciclo de endurecimiento de la política monetaria ha terminado. Ello implica que al fin estamos preparados para dejar atrás el temido régimen macroeconómico marcado por el miedo a las decisiones de la Fed, lo que allana el camino para que la coyuntura resulte mucho más favorable para la renta fija.

El escenario más probable sería de una desaceleración moderada en el que las economías mundiales (como Estados Unidos) eviten una recesión, pero el crecimiento se mantenga por debajo del potencial y la inflación siga cayendo en dirección a alcanzar la meta del 2% en 2025. Bajo este escenario los bancos centrales comienzan a reducir sus tipos en el segundo trimestre de este año.

Con este entorno, la inversión en fondos de renta fija supone una orientación del ahorro muy interesante, bajo un riesgo muy moderado y atractivo rendimiento.

¿Qué diferencia hay en la inversión en fondos? En el caso de optar por Depósitos y/o Letras del Tesoro, los ahorradores aceptan lo que le ofrece el producto en cada momento y por un plazo determinado.  Por el contrario, en el caso de los fondos de renta fija la inversión se prolonga el plazo de tiempo que se desee y la rentabilidad puede ser considerablemente superior, sobre todo si las perspectivas son de bajadas de tipos. Además, en el caso de los fondos de inversión se difiere el pago de impuestos, lo que supone una reinversión constante del rendimiento percibido.

Actualmente existen en el mercado fondos procedentes de Entidades Internacionales que ofrecen una alta calidad demostrada en su evolución a lo largo del tiempo y su estabilidad en el volumen gestionado. Pero no todos son iguales, por lo que requieren de un análisis en cada categoría y de su cartera acorde con cada perfil de ahorrador.

Tras la evolución alcista de la renta fija, el sufrimiento ha sido significativo para los ahorradores, creándose un nuevo escenario de tipos y como consecuencia provocando una repercusión en las hipotecas.

A día de hoy, al contratar un préstamo hipotecario, también se debe realizar un análisis sobre la evolución de los tipos de interés a partir de este 2024. Tal y como estamos comentando, todavía no está claro el momento de inicio en el recorte de tipos de interés y la velocidad de este cambio de tendencia. No obstante, sí que podemos manifestar con bastante seguridad que los tipos han tocado máximos y entramos en un escenario de estabilización.

Una hipoteca fija (también conocida como ‘de tipo fijo’), es aquella que mantiene el mismo tipo de interés durante toda la duración del préstamo. Esto hace que las cuotas mensuales a pagar, para devolverla, sean siempre las mismas (sin subidas ni bajadas, propiciadas por las fluctuaciones del mercado financiero).

Una hipoteca variable (también conocida como ‘de tipo variable’), es aquella en la que el importe de las cuotas mensuales varía según lo haga un índice de referencia (lo más habitual es que este índice sea el euríbor). El tipo de interés que se aplica a la hipoteca está compuesto por el valor del euríbor mas un diferencial fijo.

Pensamos que en este escenario próximo, la hipoteca variable se considera la opción más recomendable. También es cierto que cuando se elige esta modalidad, se está asumiendo el riesgo de variaciones en las cuotas periódicas, pero a cambio, es bastante seguro que el importe total pagado será sustancialmente inferior en el largo plazo.

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